El día de ayer fue bastante largo
y estaba un poco cansado, así que me ha costado un poco levantarme.
Lo primero que he hecho hoy, ha
sido ir a visitar el pueblo de Sligo, que ayer apenas pude ver, y aprovechar
para desayunar algo en una de las pocas cafeterías que he encontrado abiertas a
primera hora. Un contundente desayuno a base de café, salchichas, huevo y tostadas
han hecho que recupere la alegría.
Abadía Kylemore |
Al terminar la visita a Sligo, me
dirijo a ver el cementerio megalítico de Carrowmore. Aquí es donde surge la anécdota de este viaje. La llegada al pueblo
de Carrowmore por la R 320
ha sido sencilla, pero encontrar el cementerio…..después de estar más de media
hora dando vueltas por los alrededores del pueblo, por carreteras que ni
siquiera sale en el mapa, decido que ya es hora de preguntar a alguien donde
está el dichoso cementerio, porque no hay forma de dar con el. ¿Pero a quien
pregunto? Si por aquí no hay nadie. Finalmente doy con un señor mayor que está
paseando a su perro y le pregunto por el cementerio de Carrowmore. Ya verás tú,
con mi inglés y pregunto a la persona más mayor del condado!!! Bueno a ver que
sale de todo esto.
En contra de lo que creía, le he
entendido bastante bien. Lo suficiente para entenderle que el cementerio está a
la salida de Sligo y que yo estoy en los alrededores del pueblo de Carrowmore!!!
Que tienen el mismo nombre pero no son la misma cosa. Dios que patán. Pues nada
que me quedo sin ver el cementerio megalítico, porque ahora ya no doy la
vuelta.
Después de perder un valioso tiempo y no ver el cementerio, al
menos me ha servido para practicar mi pobre inglés, me dirijo a través de
carreteras secundarias a la Abadía de Kylemore,
un castillo neogótico del s. XIX de cuento de hadas, en la orilla del
bonito lago Connemara. Esta zona del país es increíblemente tranquila, hasta
llegar a la abadía donde sí hay gente, no hemos visto a nadie por la carretera.
En la actualidad
Sky Road |
Por el camino, decido parar en Kinvara a
cenar algo, se me ha hecho tarde y de lo contrario tendré problemas para buscar
un lugar para cenar. Elijo un pequeño Pub que tiene bastante buena pinta, es un
pequeño comedor bastante acogedor. Como no podía ser de otra forma, pido un
hermoso lomo de salmón con una Guinness. Estaba delicioso.
Ya con el estómago lleno, pongo rumbo a
Galway, sin hacer más paradas por el camino. Se me ha hecho un poco tarde y
tengo que buscar el hostal.
Pub Galway |
Varias pintas después y tras escuchar un
concierto de alguna banda local, pongo fin a esta noche. Mañana me esperan los
famosos acantilados de Moher.