Castillo Kilkenny |
La primera de las
visitas ineludibles es el castillo de Kilkenny, uno de los
lugares más visitados del país. Se
trata de un enorme castillo de piedra de cuatro torres, de las que se conservan
tres. La visita al interior
del castillo me ha llevado aproximadamente 45 minutos. Lo más interesante la
Long Gallery y la Butler Gallery.
Castillo Kilkenny |
Rothe House ha sido otro de los lugares que he
visitado, aunque aquí no he entrado, me he conformado con sacar alguna foto
desde la acera de enfrente. Es una mansión de estilo Tudor, lo mejor de esta
mansión está en su exterior.
Otra de las visitas que hay que hacer en Kilkenny es la Abadía
Negra (black abbey), que toma el nombre del color de los hábitos de
los monjes que la habitaban. Con la abadía ocurre algo similar a la Rothe house, lo mejor está
fuera, ya que está completamente restaurada. Así que me dedico a visitarlo por
fuera sin entrar.
Kilkenny Street |
Al llegar a Dublín me he encontrado con lo que seguramente será la
anécdota de este viaje. Tenía reservada habitación en el mismo hostal que los
dos primeros días, o eso creía yo. Pero al ir a hacer el check in resulta que
solamente tenía reserva para el día siguiente, es decir para mañana.
Vale, pues que se le va hacer, dame otra habitación hoy. Y que
casualidad, hay un concierto del Boss en la ciudad y no tienen habitaciones
disponibles. ¿Y que hago ahora? joder!!! Ya me veo durmiendo en el coche. Así
que lo primero que voy a hacer por la tarde es buscar alojamiento. Después de
preguntar en distintos sitios, en todos me daban la misma respuesta, está todo
ocupado por el concierto. Finalmente en la oficina de información y turismo me
han ayudado a encontrar un bed and breakfast. La única pega, es que esta a 25 Km.
de Dublín, pero será mejor que dormir en el coche, eso seguro.
Black Abbey |
Con el tema del
hospedaje resuelto, me he dedicado ha visitar la ciudad, sin prisa. La primera
visita a sido a la archiconocida Trinity College. La universidad más
prestigiosa de Irlanda es también la más bella, una auténtica obra maestra en si
misma. En su lujosa plaza victoriana he decidido comer. A ver si tengo suerte y
se me pega algo de todos estos estudiantes. Sentado en unas escaleras me he
liado un cultural bocata de jamón. A ver si surte efecto el tema.
Al salir de Trinity
College, a la derecha queda Four Courts, un mastodonte edificio que alberga la
sede del tribunal supremo de Irlanda.
Después de tomarme un
café en una cafetería cercana me dirijo hacía O´connell Street, la segunda
calle más importante de Dublín, que ya está prácticamente a la altura de
Grafton St. Al final de O´connell está el General Post Office, que siempre
quedará ligado a los trágicos sucesos de la semana santa de 1916, donde se leyó la proclama de independencia desde sus escaleras.
De aquí me pongo rumbo
a Dame street donde decido cenar. Llevo en Irlanda una semana y aún no he
probado uno de sus platos más famosos, el chip and fish, así que en un garito
que no tiene mala pinta, me como uno con una coca cola. Bueno, no hay mucha
diferencia con el inglés, es lo mismo, pescado rebozado con patatas fritas. Sin
más.
Con el estomago
lleno, me voy ya a buscar mi alojamiento, que lo tengo en las afueras y no sé
cuanto me costará encontrarlo.
El bed and breakfast es una pequeña casita, regentada por un
matrimonio mayor y su hijo, gente muy amable. Está un poco lejos del centro de
Dublín, pero el alojamiento está genial.
Cerca de aquí hay un típico Pub, así que para no perder las
buenas costumbres me voy a cerrar el día con una buena pinta de Guinness. Hoy
no tengo intenciones de retirarme tarde, mañana es mi último día en la isla y
tengo intenciones de aprovecharlo al máximo.