sábado, 16 de junio de 2012

Belfast - 10 Julio 2012

 Para no perder las buenas costumbres, hoy me he vuelto a levantar a las 6.30. Parece mentira que esté de vacaciones, en mi vida cotidiana nunca me levanto a estas horas tan intempestivas. Lo primero que me ha tocado hacer hoy es bajar a echar dinero a la zona azul. De todas maneras, me ha venido bien madrugar, porque el día ha estado muy cargadito.

Nada más desayunar, lo mismo por tercer día consecutivo, no soy muy original, me he puesto en marcha, dirección Brú Na Bóinne, uno de los enclaves más extraordinarios de Europa, un testimonio poderoso de la prehistoria. Se trata de un complejo funerario construido para las clases dirigentes, y se trata de las tumbas de mayor tamaño de Irlanda. Entre los puntos que despiertan mayor interés se encuentran Newgrange y Knowth. Existe otro punto, Downth, pero no se puede visitar.
Para visitar las tumbas se debe acudir al centro de visitantes, desde donde te llevan en autobús a visitar cada uno de los lugares. Obligatoriamente se debe realizar la visita en grupo, no hay opción a hacerla por libre, así que me he tenido que apañar con el inglés para entender las explicaciones de la guía, aunque creo que me he defendido.. Pese a que me han cobrado 11 euros, la visita a merecido mucho la pena. He estado 4 horas viendo todos los lugares, así que creo que he amortizado los 11 euros.

Newgrange es excepcional, parece de otro mundo. Su tamaño, 80 m de diámetro por 13 m de alto es impresionante. Aunque lo que realmente llama la atención del monumento es su interior. Según explica la guía, y según pude entender yo con mi inglés, no está clara su utilización, pero su perfecta alineación con el sol en el solsticio de invierno apunta a su utilización como calendario.

Knowth, situado al noroeste de newgrange, posee la mayor colección de elementos figurativos de todas las tumbas de corredor jamás descubiertas en Europa occidental. Es un lugar cargado de misticismo.

Teniendo en cuenta que la visita ha durado 4 horas, cuando esta ha terminado ya era la hora de comer, así que he decidido comer en la cafetería del centro de visitas. Hes curioso que en Irlanda estas cafeterías tengan los mismos precios que cualquier otro lugar y no sean más caras. He pagado 6 euros por una sopa de verduras, buenísima, con sus dos rebanadas de pan y mantequilla y una coca cola. Hoy no he cometido el mismo error que ayer y tan solo he pedido un plato, y he acertado. Las raciones son generosas.


La siguiente visita del día ha sido a la abadía de Mellifont. Construida por los cistercienses, fue su morada más espléndida en Irlanda con 400 monjes y casa nodriza de otros 21 monasterios. En la época anglonormanda esta abadía era la más impresionante del país. En la actualidad solamente quedan unas pocas ruinas de gran belleza, pero te haces una idea muy fiable de lo poderosa que fue esta abadía en otros tiempos. El enclave en el que está construida es de lo más ebocador y de una gran belleza. Si es que el clero siempre ha sido muy listo, trabajar poco y vivir en buenos lugares !!!


Desde aquí, por una estrecha carretera local, entre tierras de labranza, he ido a ver otro complejo monástico, Monasteboice. Este complejo monástico consta de dos iglesias, una torre cilíndrica de 30 mt, un cementerio y dos espectaculares cruces celtas, todo ello salvo las cruces en ruinas. Pero el lugar lleno de cuervos es de lo más pintoresco y llamativo. Lastima que me ha llovido nuevamente y lo he tenido que ver a la carrera, me ha dado el tiempo justo para verlo y sacar alguna que otra fotillo, pero poco más. Menos mal que ha sido gratis. Lo que más vale la pena del complejo para mi gusto las cruces.


Teniendo en cuenta el día de perros que estoy teniendo y que ya se ha echo media tarde, desde aquí me voy a Belfast. Todavía tengo un ratillo de coche y además estoy evitando las autopistas. Hoy me ha costado bastante encontrar el alojamiento, y no me extraña, porque se trata de un lugar de lo más curioso. Voy a dormir en un pub. La planta baja es el pub, y tres escaleras más arriba está la habitación. Así que hoy tengo la fiesta segura!!!


Nada más hacer el check in he ido a conocer un poco el centro de la ciudad. No me ha dado mucho tiempo la verdad para conocer esta histórica (hace años equiparada con Beirut, Bagdad o Bosnia, era una de las cuatro “B” a evitar) a ciudad pero lo que he viso no me ha gustado. La primera impresión que me he llevado de Belfast es la de una ciudad triste, gris, donde la crisis económica está muy presente. He visto multitud de establecimientos cerrados y con muchos carteles de “se vende” en las ventanas de las oficinas y casas. He visto tanto establecimiento cerrado que hasta he tenido problemas para encontrar un lugar donde cenar. He intentado comer algo por el centro y todos los restaurantes aconsejados por la guía estaban cerrados, incluso uno que no tenía nada de barato.


Como decía, me he dado un agradable paseo por el centro de la ciudad donde solamente destaca su ayuntamiento, construido en estilo neorrenacentista de piedra blanca. Este es el único punto de la ciudad donde he podido ver grupos “grandes” de gente. De hecho ha habido un momento, después de cenar, en el que he sido el único viandante que estaba en la calle, en la calle comercial y más concurrida de Belfast, a las 7 de la tarde!!!!!! ha sido raro, muy raro, esta situación acojona un poco.  Porque con la historia de la ciudad y que mañana es el desfile Orange, pues eso que acojona.



A la hora de cenar, he tenido que elegir entre un Mc Donald´s o una cafetería, así que como no….me he decidido por la cafetería, donde me he comido un delicioso sándwich de tomate y mozarella con un café. Mi estancia en la capital del Norte de Irlanda está siendo un poco extraña y difícil de olvidar, sobre todo por la cena tan romántica que estoy teniendo, acompañado del camarero.

Una larga noche...
Aprovechando que únicamente tengo que bajar 7 escaleras desde la habitación al Pub, no he desaprovechado la oportunidad de tomarme una pinta de Guinness y escribir estas líneas en una esquina del mismo, mientras escuchaba música tradicional en directo.
Mejor dicho me he tomado unas cuantas pintas, ya que un grupo de Irlandeses se han sentado conmigo y mientras charlábamos de fútbol y de la situación económica de España (esto es verdad) me han invitado a beber con ellos, pero he tenido que dejar la Guinness y pasar a tomar Harp, una cerveza rubia…yo creo que esto tiene que ser pecado capital, tomarse una lager en la capital mundial de la cerveza negra….bueno, una, dos, tres….como siga a este ritmo mañana no me levanto.