Lo primero que
hago es tomar un buen desayuno en el abarrotado comedor
del alojamiento. Al igual que ayer por la calle, estaba yo solo. ¿Pero es que
no hay nadie en esta ciudad? en fin, más vale solo que mal acompañado dicen. El
desayuno ha estado bien, copioso como para poder iniciar un largo día.
Me he dedicado a
recorrer con tranquilidad las zonas más conflictivas de Belfast, Belfast oeste (Gaeltacht quarter). Aunque
marcado por 30 años de contienda civil, el antiguo campo de batalla de Belfast
Oeste es uno de los lugares más interesantes de toda Irlanda del norte. Sus
principales atractivos son los impresionantes murales que narran la historia de
un conflicto político que dividió a Irlanda en dos. Algo patente aún hoy en
día.
Pese a la turbia
reputación de la zona, se puede recorrer sin ningún peligro andando como yo lo
he hecho, y eso que se vive la tensión de los desfiles Orange, que a ver que
pasa, porque la zona está completamente acordonada ya a estas horas, y no dejo
de ver Land rover de la policía completamente blindados.
Una buena forma de
no perderse por estas calles, es ir primero (yo lo hice ayer) al Belfast
welcome center, donde te entregan un mapa con las calles donde están los
murales, o visitar esta Web (yo lo he hecho mientras desayunaba) donde te dicen
donde están los murales más interesantes y más históricos.
La primera parada
del día ha sido Falls
Road. Aunque las cicatrices del conflicto vivido son ineludibles, este
barrio es inesperadamente animado y pintoresco. Me ha llamado muchísimo la
atención sus habitantes. Son gente muy amable y hospitalaria, es como si estuvieses
en un pequeño pueblo, la gente te va saludando por la calle, es muy curioso.
Tras pasar algo
más de media mañana por la zona, me marcho a la otra zona conflictiva de
Belfast, Shankill
Road. Esta parte de Belfast, la parte protestante, no ha despertado
tanto interés como Falls Road, pero igualmente tiene murales interesantes, y
algo bueno de esta zona es que hay menos turistas.
Aunque parezca que
no ha sido un día muy aprovechado por la escasez de cosas que he podido hacer
hoy, la verdad es que si te detienes con tranquilidad a observar los murales, y
a fotografiarlos se te pasa el día. Yo he decidido recorrer toda la zona a pie
y callejear sin ningún sentido y ha sido una experiencia magnífica.
Ha media tarde en
Falls Road he podido disfrutar de los conciertos y actos que había en la calle
como motivo de la festividad orange.
A la hora de
cenar, no me apetecía moverme mucho desde el alojamiento. Llevo todo el día
andando y la verdad que me apetece descansar un poco, así que me meto en un
restaurante asiático situado a poco metros del alojamiento.
Tras una agradable
cena, decido tomarme una Guinness, como no, en el Pub del alojamiento, mientras
escribo estas líneas y reviso las fotos de los murales.