viernes, 8 de junio de 2012

Dublin. 18 Julio 2013

Irish Breakfast
El desayuno de hoy pasará a los anales de la historia de mis viajes como uno de los más contundentes que he tomado. Anoche cuando llegue de tomarme una pinta, el dueño de la casa me pregunto que clase de desayuno quería, Irish breakfast or continental breakfas? Por supuesto yo le dije que quería probar el desayuno irlandés, pero al parecer entendí mal la pregunta y lo que quiso decir es que sí quería el desayuno de toda irlanda!!!! Hoy en la isla solamente he debido de desayunar yo, madre mía. Calculo que no volveré a comer hasta la semana que viene. El desayuno consta de: huevos fritos, beicon, judías, tomate a la plancha, salchichas, Black pudding (especie de morcilla), champiñones, fiambres, todo ello acompañado de distintos panes tostados con mantequilla y mermelada (en este caso casera), café, zumo y por supuesto té. Que hinchada.
Castillo Dublín

Con la tripa bien llena, lo primero que he hecho ha sido ir a ver el castillo de Dublín, centro del poder británico en Irlanda  durante más de ochocientos años. Aunque es más parecido a un palacio que a una fortaleza. Antiguamente utilizado como lugar de asentamiento de los vikingos, fortaleza militar, residencia real, sede del Tribunal de Justicia Irlandés, y sede de la Administración Inglesa en Irlanda, el Castillo de Dublín es utilizado hoy en día como lugar para la celebración de las recepciones estatales.

Catedral iglesia de cristo
No muy lejos del castillo, dando un agradable paseo por una de las arterias principales de Dublín, he llegado a la catedral de la iglesia de cristo, la madre de todas las iglesias de Dublín. Esta iglesia fue fundada en lo que en 1030 era el límite del asentamiento vikingo. Tiempo atrás la nave central sirvió de mercado y en la cripta se habían instalado tabernas. Que buenas Guinness se podrían haber tomado aquí !!!! En la actualidad la catedral anglicana es como un cuerpo extraño en una nación mayoritariamente católica.

Catedral San Patricio
Bastante cerca de la catedral de la iglesia de cristo está la famosa catedral de San Patricio, patrón de Irlanda. Fue en este lugar donde San Patricio bautizo a los paganos irlandeses sumergiéndolos en las aguas de un pozo. Es por ello que se trata de uno de los lugares cristianos más antiguos de la ciudad. En los aledaños de la catedral hay un pequeño parque bastante bien cuidado que permite pasar un rato bastante agradable, sacando fotos y tomando un pequeño descanso.

Paseando sin prisa alguna por la orilla del río, me he ido a conocer la zona de Temple bar por el día. Las adoquinadas calles de este barrio son un auténtico laberinto de callejones encajonados entre Dame ST  y  el Liffey que llega hasta Trinity collage. Es un buen lugar, para ir de compras un tanto vintage, ponerse un piercing o comer algo exótico, y por supuesto para frecuenta buenos y auténticos Pubs, es el soho dublinés. Este barrio tiene la misma vida de día que de noche.

Perdiéndome por este entramado de calles, he llegado hasta St Stephen´s Green, un extenso parque de 9 Ha que ocupa la plaza ajardinada más popular de Dublín. En épocas pasadas este parque sirvió de escenario a flagelaciones, apaleamientos y ahorcamientos públicos. En la actualidad está lleno de oficinistas tomándose un sándwich en su rato de comida. Y teniendo en cuenta que ya es la hora de comer, yo hago lo propio, tranquilamente sentado en un banco, me lío un bocata.

Justo cuando estaba terminando mi bocata cinco tenedores y dos estrellas michelín, se ha puesto a llover como sí se acabase el mundo, así que no me ha quedado más remedio que refugiarme hasta que pare un poco en una cafetería cercana a tomarme un café.

Temple Bar
Cuando ha escampado he dedicado lo que me queda de tarde a pasear por Grasfton Street, la calle comercial más famosa de Dublín. Esta calle peatonalizada es la columna vertebral de la zona sur del centro urbano. Es una calle llena de vida, artistas callejeros y tiendas. Para pasar un rato está bien, pero no es lo que más me gusta de una ciudad.

Se va echando la tarde, así que me voy a hacer el check in en el hostal que tengo reservado. Hoy sí que está en el centro de Dublín. Es el mismo que reservé a mi llegada.
Después de dejar la mochila y cambiarme de ropa, me ha dado la hora de cenar, así que me vuelvo a tirar a la calle en busca de un restaurante nepalí que vi el primer día que llegue a Dublín. Me encanta la comida nepalí, así que no me privo de ir. Unos momos y Cordero Chop, acompañado de cerveza Cobra, hacen que la cena sea un gran colofón a unas estupendas vacaciones. Pero antes de terminar, algo que hasta ahora no he probado, un auténtico café irlandés.

Irish coffee
Todavía es algo pronto y no me apetece despedirme tan pronto de la ciudad y el país, además hoy hay un gran ambiente, es el concierto del Boss y hay muchísima gente por la calle. Así que la mejor manera que se me ocurre de despedirme de la ciudad es dándome un homenaje en algún Pub de temple bar tomando la última pinta de Guinness de verdad.

Brindando con una pinta, pongo fin a unas vacaciones increíbles. Ha sido un gran viaje, inolvidable seguro, y que estoy seguro volveré a repetir.

Solamente puedo decir: go raibh maith agat Éire


Receta: Café Irlandés

Ingredientes:
o                                30 ml de Whisky Irlandés
o                                una taza de café expreso
o                                dos cucharadas de nata montada
o                                una cucharadita de azúcar negra
o                                una pizca de canela molida
Preparación:
En una copa de cristal fuerte, de las que se usan para el café Irlandés, agregamos el azúcar y el Whisky lo calentamos con el vapor de la cafetera.
A continuación, agregamos el café y por último la nata líquida. Para conseguir que la nata líquida se quede en la superficie y no se mezcle con el café, la vamos añadiendo muy despacio sobre la parte convexa de una cuchara sopera.
Decoramos con canela en polvo rociada por el borde la copa y listos para tomar.